martes, junio 06, 2006

VIII

Mariano despertó amarrado, en la habitación de una casa de los cincuentas. El piso era de baldosa negra, y las ventanas tenían rejas. Juzgó, por la arquitectura, estar en algún lugar de La Soledad, Teusaquillo o Nicolás de Federmán.

El enano también estaba en la habitación, amarrado a otra silla. Había tres personas, vestidas con túnica blanca y cabeza rasurada. Mariano sintió pánico y quiso gritar, pero entendió que tenía un pañuelo amarrado en la boca.

- Tranquilo, Mariano, no queremos hacerle nada. De hecho, sólo queremos protegerlo, por eso los trajimos acá- dijo uno de los hombres de túnica.

- Somos sacerdotes de un grupo internacional, con muchísimos años de historia. Por caprichos del destino, nuestros abuelos llegaron a Colombia, procedentes de la península arábica. Antes, los abuelos de sus abuelos habían migrado de Europa, pero nuestros orígenes se remontan a las épocas más antiguas de la India, cuando lo que conocemos como civilización occidental no había siquiera empezado. Ya tendremos tiempo para aclararle todas las preguntas que le vengan a la cabeza, tranquilo, por ahora es de vital importancia que nos escuche.

- Colombia- continuó el segundo- es el último enclave del que tenemos conocimiento. Las características de la sociedad local nos han permitido desarrollar plenamente nuestras actividades con toda discreción, pero también ha sido ese el motivo por el cual la nación ha sido víctima de complots y conspiraciones por parte de La Organización, grupo que quiere acabar con nuestras acciones.

- La Organización- continuó el tercero- es un grupo que también tiene sus orígenes en la antigua historia de la India. Han logrado adoctrinar personas, grupos económicos y países que apenas alcanza a imaginar. Tienen un poder infinito sobre el funcionamiento del planeta, y buscan tener control total. Nos declararon enemigos por las disciplinas que promovemos. Ellos son el origen de las conspiraciones anticolombianas: los reinados de belleza, que Juan Pablo Montoya jamás gane la Fórmula 1, el fútbol, la coca, todo hace parte de un esquema global para acabar con nosotros e imponer el orden que ellos promulgan.

- Nosotros somos herederos de una larga tradición. Como nuestros padres, hemos jurado fidelidad a la causa, incluso si supone sacrificar nuestras vidas. Hemos cuidado El Secreto por miles y miles de generaciones. En el proceso hemos asesinado, secuestrado y sobornado tanto a gente respetable como de la peor calaña. Tenemos colaboradores tanto voluntarios como forzosos, de manera que nunca subestime el poder de nuestro grupo.

- La razón por la cual lo hemos traído acá, estimado Mariano, es porque hemos seguido de cerca su crecimiento personal. Después de milenios y milenios de espera, de habernos generado falsas esperanzas y de periodos del más grande escepticismo, no nos cabe la menor duda, Mariano, de que usted es El Elegido.

Dicho esto, los tres hombres cerraron su puño derecho, lo tomaron con su mano izquierda, estiraron los brazos hacia Mariano, y se arrodillaron, inclinando el tronco hacia adelante y con la vista en el piso.

El enano miraba estupefacto.